El comportamiento equilibrado es la capacidad de responder y actuar de manera apropiada en cualquier situación dada. Esto significa que el cerebro de un niño debe tener la flexibilidad para ir y venir entre las emociones y conductas negativas y positivas. Un niño debe ser capaz de comprender qué comportamiento es el apropiado para comportarse adecuadamente.
Cuando un desequilibrio cerebral está presente, el comportamiento también está desequilibrado. Los comportamientos se estancan porque un hemisferio tiene poca potencia eléctrica. Su hijo no está tratando de vengarse de usted; está actuando así porque esto es lo que su cerebro le está diciendo que haga. El comportamiento fuera de equilibrio puede mostrarse en forma de berrinches, crisis, obstinación y desobediencia, como suele ser el caso en una deficiencia cerebral derecha. O puede verse como abstinencia, timidez, impulsividad y opresión, como generalmente se ve en una deficiencia cerebral izquierda.
No hay nada anormal en ninguno de estos comportamientos, si ocurren en el momento apropiado del desarrollo del cerebro. En cada etapa del desarrollo, hay emociones y comportamientos positivos y negativos que no solo son normales sino que son críticos para el desarrollo emocional y conductual normal. Se vuelven anormales solo cuando permanecen demasiado tiempo y ocurren a la edad incorrecta.
También hay comportamientos positivos y negativos que son normales y típicos de una parte esencial del desarrollo del cerebro. Pero, ¿cómo sabes cuándo un comportamiento es normal y cuándo no?. Desde el primer día de vida, hay hitos que un niño debe alcanzar a cierta edad o en el desarrollo conductual / emocional, motriz, cognitivo y sensorial. Los padres deben estar familiarizados con estos hitos y conocer la progresión de los comportamientos para que puedan detectar un posible problema lo más temprano posible y trabajar para corregir el desequilibrio para mejorar la conducta y la vida familiar.