Nuestro hijo nació gran prematuro, con poco más de 1 kg de peso, así que desde muy pequeño hemos ido a rehabilitación, atención temprana, etc. A los 6 años nos dieron el alta y tuvimos un parón de 2 años sin estimulación. Los especialistas nos decían: “Es un niño normal, con un desarrollo físico que corresponde a dos años y medio y algunas dificultades con la psicomotricidad sin más…”, pero nosotros no estábamos tranquilos del todo. El año pasado nos hablaron de Remind y comenzamos el programa. De los 13 reflejos primitivos que todavía tenía sin inhibir, hemos bajado a 6, y sobre todo lo que hemos notado es que nuestro peque tiene ahora mucha más vitalidad, interés y curiosidad por todas las cosas, está más activo y algo que nos ha llamado mucho la atención es el tema de los olores, antes no era capaz de detectar ningún olor por desagradable o agradable que fuera, y ahora está mucho más reactivo, es como si hubiera despertado para él este sentido. Le ha venido muy bien y hemos notado cambios muy positivos en él. Nos ha supuesto mucho esfuerzo, pero ha merecido la pena.
Madre de Ricardo —Testimonios
Cuando Aaron nos propuso participar en el proyecto no lo dudé, porque estaba un poco perdida con la situación de Santi, ya que tiene Síndrome de Asperger y en esos momentos tenía la autoestima muy baja y muchas inquietudes que no podíamos resolver y que le producían mucho dolor y malestar interno. Nada mas empezar con los ajustes Santi empezó a sentirse bien en todos los niveles, y sobretodo hubo un cambio muy significativo a nivel de autoestima, cinco meses después, Santi sigue fenomenal , ha aprendido a controlar sus emociones negativas y a potenciar las positivas ,y físicamente lo mas destacable es que ha crecido mas de 10 centímetros superando el problema de crecimiento que tenía.
Los problemas de Alba empezaron en primaria, su carácter comenzó a cambiar, se negaba a hacer las tareas de clase, su autoestima era muy baja, estaba triste, ausente y comenzó a mentir. La llevé a muchos médicos y psicólogos y nadie me daba una solución para poder ayudar a mi hija. Finalmente le diagnosticaron Lateralidad Cruzada. Hace dos años que conocimos a Aaron, desde que hemos comenzado el programa, Alba coordina izquierda con derecha perfectamente, está mucho más tranquila, más positiva, come muy bien y ha crecido mucho, y sobre todo, tiene la autoestima mucho más alta y positiva.
Diagnosticada con TDA, no conseguía mantener la atención en las asignaturas que menos le gustaban, tanto que iba pasando de curso arrastrando algunas de ellas, “ya había tirado la toalla”. Después de tres meses en el programa, su actitud empezó a cambiar y comenzó a preocuparse por sacar las que le quedaban sin descuidar las que estaba cursando. Después de seis meses sus retos son cada día mayores y sus resultados mejores. Ahora desafía a los mejores alumnos de la clase…sabe que puede conseguirlo…y nosotros también.
Madre de Amanda —