Aunque es importante trabajar con un consejero familiar u otro profesional cuando se abordan problemas de comportamiento en un niño, las raíces fundamentales de la modificación del comportamiento se pueden auto-aprender e implementar en el hogar. Los siguientes puntos de orientación se basan en el asesoramiento que hacemos con los padres en nuestro centro. Lo único que falta es la sabiduría profesional y la orientación que ayuda a los padres cuando algo se desvía dramáticamente del curso normal.
Lo más importante es arrojar la culpa y pensar positivamente. Es una inclinación natural de los padres culpar a sus hijos por el comportamiento anormal. En la mayoría de los casos, esto es incorrecto; ¡no es su culpa! Es un problema neurológico sobre el que no tienes ningún control. No lo has podido ver venir. Lo único control que puedes es buscar la ayuda adecuada para solucionar el problema. Cuando el cerebro se equilibre, el comportamiento exagerado desaparecerá. ¡Toma nota! 😉
EL MAL COMPORTAMIENTO NO ES CULPA DEL NIÑO
La mayoría de los profesionales afirman que un problema psicológico está causando el comportamiento y no se puede evitar. Hay mucha verdad en esto – hay una fuerza antinatural que causa el comportamiento – la incapacidad de su hijo para sentir su propio cuerpo. Es biología, no psicología.
Los niños que no sienten su propio cuerpo tampoco sienten sus propios límites, por lo que necesitan límites externos para sentirse seguros y protegidos. Estas estructuras externas deben ser sus padres y maestros. Es crucial mantener la estructura, sin importar lo difícil que sea.
ESTABLECER REGLAS PARA GOBERNAR POR
Al implementar el refuerzo positivo o negativo en el hogar, tenga en cuenta los siguientes preceptos. Recuerde que si su hijo tiene un déficit cerebral izquirdo, implementará estas ideas utilizando siempre refuerzos positivos. Si su hijo tiene una deficiencia cerebral derecha, usará el refuerzo negativo. Y no olvide los siguientes preceptos:
- Sea un maestro, no un dictador.
- Sea paciente.
- Sea constante.
¡PILLENLOS SIENDO BUENOS!
La mayoría de las veces, los niños reciben reconocimiento por los comportamientos negativos en lugar de positivos. Esta es la razón por la que los comportamientos negativos se repiten tan a menudo: reciben reconocimiento. Cuando los niños ven que un comportamiento positivo se reconoce con más frecuencia que un comportamiento no deseado, se esforzarán por obtener reconocimiento al realizar el comportamiento más deseable.
¡CONSTANCIA! ¡CONSTANCIA! ¡CONSTANCIA!
¿Recuerda algún momento en el que su hijo ha mostrado un comportamiento no deseado y usted no ha cumplido las consecuencias? Si su hijo piensa incluso por un segundo que usted no cumplirá con lo que amenaza con hacer en respuesta al mal comportamiento, entonces no tendrá motivación para mostrar un buen comportamiento, ya que tampoco cumplirá con los elogios. Al ser constante y cumplir desde la primera vez usted le dice algo, su hijo con el tiempo verá que de verdad vas a hacer lo que dices. También verá que, cuando se trata de un comportamiento negativo, sus límites son inamovibles. Por lo tanto, asegúrese de que cualquier consecuencia que establezca sea algo que pueda hacer y cumplir.
NUNCA QUITE UNA RECOMPENSA QUE EL NIÑO SE HAYA GANADO
Esta es una lección importante que aprender. Si es necesario, podéis emitir un cheque por la recompensa para otro día pero no anuléis la recompensa. Cuando los niños sienten incluso por un momento que lo que han ganado corre el riesgo de ser quitado, disminuye su motivación de esforzarse en ser bueno de manera constante. Los niños siempre deben poder sentirse orgullosos de sus recompensas, de modo que cuando se salgan del curso normal, entiendan que un comportamiento negativo no obtiene los mismos resultados que un comportamiento positivo.
“ENGANCHE” A SU HIJO
Para motivar a los niños, primero debe saber qué los “engancha”. ¿Qué es lo que realmente le interesa a su hijo? Regálese una semana para observar lo que atrae la atención de su hijo por sí mismo. Haga una lista y repásela con su hijo, y explíquele hasta que sienta que los comportamientos negativos están bajo control, las actividades elegidas ahora se considerarán privilegios y no cosas que pueda hacer a voluntad. Esta práctica es importante porque involucra a su hijo en la corrección de su propio comportamiento.