3 … 2 … 1 .. ¡Feliz año nuevo! Con el cambio de año, a menudo reflexionamos sobre el año anterior, mientras esperamos un nuevo año en el que podamos tratar de mejorar cada día que pasa. Muchos adultos luchan por mantener las resoluciones de su nuevo año, por lo que no es de extrañar que los niños también tengan dificultades para establecer metas y planes de acción. ¿Cómo podemos pasar la página en un nuevo año a la vez que pasamos página con el éxito conductual y académico de nuestro hijo?
Comience con la autorreflexión
Hacer que su hijo establezca metas al azar (“Estudiaré más duro …” Seré más amable con mi hermana … “) no es productivo a menos que haya una conexión con las áreas que necesitaron enfocarse el año anterior. El niño debe pensar en su último año e identificar un par de cosas que pensó que necesitaban mejoras. A partir de ahí, puede llegar a metas realistas que abordan las áreas que su hijo ha identificado. No tema preguntarle a su hijo algunas preguntas de enfoque si dan respuestas generales como, “Voy a esforzarme más en la escuela”. Lo ideal es que identifiques un área o habilidad específica donde puedas enfocar tu objetivo. Preguntas de seguimiento como “¿Hay algún tema, habilidad o comportamiento que se puede pensar? ayudará a profundizar un poco más en el proceso de establecimiento de metas.
Crea un plan de acción
Use un calendario para presentar una serie de pasos o registros que se convertirán en su plan de acción de un año. Puede crear estas metas de referencia mensualmente o semanalmente, pero tener un plan visual para que su hijo supervise y rastree su propio progreso es una excelente manera de mantenerse al día. Por ejemplo, si el objetivo de su hijo es mantener su habitación más limpia, puede establecer metas semanales de tareas domésticas, como recoger juguetes, guardar la ropa o quitar el polvo. Otro refuerzo positivo es una recompensa por completar el plan de acción del mes, que también puede ser creado por su hijo en función de las actividades que considere valiosas.
Conferencia y Check-In
Al final de cada mes, haga que su hijo registre su plan de acción. ¿Cumplieron con éxito sus objetivos semanales o mensuales? Para darle a su hijo cierta autonomía en el proceso, haga que su hijo dirija la reunión, donde honestamente refleje su progreso durante el mes. Si lograron todos los puntos de referencia, ¡entonces celébrenlo! Si se quedaron cortos, pregúntele si quiere modificar el plan de acción del mes próximo para satisfacer mejor sus necesidades. Cuando su hijo tiene voz en su progreso, es más probable que se haga responsable del mismo.
Crear resoluciones para el nuevo año nos da la esperanza de ser mejores personas durante el próximo año. Recuerde, ¡un objetivo sin un plan es solo un deseo!